martes, 15 de enero de 2013

QUIET



“Quiet” es una obra de Marius Serra, la cual nos hace reflexionar sobre nuestra vida en sociedad, de como todavía hoy en día, la sociedad no tienen una capacidad empática. Este libro, sin duda me ha puesto la piel de gallina y además me parece un libro muy sincero, en el cual su autor nos refleja sus sentimientos y sus emociones. Además, la manera de relatar la vida de una familia con un niño con necesidades educativas especiales, te hace replantearte si verdaderamente comprendemos la sociedad que nos rodea.

Esta novela real, nos relata la historia de un niño llamado Luis Serra Pablo de siete años de edad y que tiene una minusvalía del 85%, exactamente una encefalopatía, es decir, una parálisis cerebral, que como resultado impide que el pequeño se pueda mover o hablar de manera normal, pero si se comunica a través de gestos y señales. El autor, escribe esta novela como un cuaderno bitácora, donde explica de manera diaria la vida del pequeño y de su familia.

Asimismo, es una obra que desde el ámbito inclusivo es fundamental, ya que tanto las vivencias de la familia de Luis como las suyas propias, deben tenerse en cuenta en dicho ámbito y por supuesto desde la escuela y la sociedad, debido a que son dos contextos donde tanto la familia como el pequeño deben sentirse integrados y comprendidos.

Por esta razón, me gustaría compartir las sensaciones y los aprendizajes que me ha brindado la lectura de “Quiet”, desde un punto de vista inclusivo y personal.

En primer lugar, por un instante el libro me ha dado la oportunidad de sentir que formaba parte de la familia de Luis, por un momento he podido comprender que a pesar de la sociedad que nos rodea, sociedad que defiende la inclusión y la empatía pero que en su gran mayoría no es capaz de llevarla a cabo, estas familias luchan. Una lucha por defender una vida tranquila y sin miradas extrañas, puesto que las diferencias no son más que las que la sociedad quiere ver.  

Además, este libro explica y muestra que un niño con necesidades educativas especiales, solo tiene eso, necesidades diferentes, distintas, pero no llevan consigo el impedimento a vivir, a ser feliz y a poder disfrutar de nuestros seres queridos. Por ello, creo que es fundamental entender que lo realmente importante es vivir, vivir feliz y vivir disfrutando de lo que realmente importa que son las personas a las que queremos.

Este libro, me ha dado la oportunidad de entender que no importa lo que diga el resto del mundo, que tener un niño con necesidades no es más que tener que estar un poco más pendiente para poder cubrir esas necesidades, pero es solo eso, poner un poco más de atención a esa persona, no es renunciar a viajar, a divertirse y mucho menos a ser feliz.


En segundo lugar, la lectura me a recordado lo fundamental que es no desanimarse a pesar de no ver resultados positivos y de lo afortunados que deberían sentirse las personas que si tienen respuestas sobre sus enfermedades. Pero aun así, el libro sigue recordándome, que a pesar de lo angustioso que es no poder tener respuestas ni soluciones, debemos ser capaces de ser resilientes, es decir, ser capaces de afrontar las dificultades y aprender de ellas.



Y  en cuarto y último lugar, decir que esta lectura, no solo me ha hecho ver el gran valor de la comunicación sino que también, me ha ayudado a no olvidar que todo, por pequeño e insignificante que parezca es importante.
En “Quiet” el autor, nos presenta a un niño que no tiene expresión, que no rie, que no llora, pero eso no quiere decir que no sienta o que no quiera comunicarse, es simplemente que no puede, por esta razón, debemos prestar atención a esos detalles insignificantes, sencillos y muchas veces casi perceptibles, con los cuales podemos ayudar, comunicarnos o aprender.


Finalmente, me gustaría acabar, recordando que a pesar que la lectura nos muestra una familia afable y luchadora por la integración de su pequeño, además de una familia que lleva con naturalidad la discapacidad de su hijo, no podemos olvidar que la escuela tiene un papel fundamental para la inclusión de los niños con necesidades educativas especiales.
Por ello, desde la escuela se deben ofrecer servicios adaptados a todas y cada una de las necesidades de los alumnos, teniendo en cuenta que un grupo de alumnos por si solo ya tiene necesidades diferentes puesto que son heterogéneos. Y como nos dice la UNESCO,

"Los objetivos básicos de la educación deben ser aprender a aprender, aprender a resolver, aprender a ser."

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